La escoliosis no sólo afecta a los niños.
Los adultos también pueden desarrollarla y en especial las mujeres que han
pasado la menopausia.
La escoliosis es
una deformación de la columna. Si no se detecta temprano y se agrava, es
posible que afecte los músculos y ligamentos relacionados con la columna, y
hacer que costillas y pelvis alteren su posición.
En los niños, la
escoliosis puede producirse antes de nacer si la columna se forma
inapropiadamente; ser genético o generado por enfermedades como distrofia
muscular.
En los adultos es
más común que ocurra después de los 40 años a causa del deterioro de la
columna, que se curva y pierde su estabilidad natural.
También se puede
producir por la osteoporosis. La escoliosis muchas veces no causa dolor en sus
inicios, pero los síntomas que pueden presentarse son:
- Un hombro parece más bajo que otro.
- Pecho hundido o asimétrico (un lado desigual al otro).
- Columna que se desvía hacia adentro o hacia abajo.
- Pelvis (cadera) proyectada hacia adelante en un lado.
- Una pierna parece más corta que la otra.
Si
la escoliosis es severa y no se trata, podría causar problemas como:
- Dolor de espalda, que en adultos puede parecer problema de ligamentos.
- Entumecimiento o sensación de hormigueo en las piernas.
- Deformidades en el cuerpo.
- Cansancio, fatiga y problemas con la respiración.
El tratamiento varía según el grado de la
curvatura y dolor. Si la escoliosis se detecta temprano, es posible evitar que
se agrave.
Muchos casos de
escoliosis son leves y no ocasionan grandes molestias ni limitaciones. Se
aconseja evitar deportes de esfuerzo o contacto físico intenso. Si hay mucho
dolor, el médico puede indicar medicamentos y terapia física. En casos extremos
puede requerir cirugía.
Si notas algún
síntoma, aunque de momento no te moleste mucho, consulta al médico. Es
recomendable consumir calcio y vitamina D; hacer yoga o Pilates.
Es de
www.zonaluz.mx.
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