¿Qué es un aneurisma cerebral?
Un aneurisma cerebral (también conocido como
aneurisma intracraneal o intracerebral) es un punto débil o fino en un vaso
sanguíneo cerebral que sobresale como un balón y se llena de sangre. El
aneurisma saliente puede poner presión sobre un nervio o tejido cerebral
circundante. También pueden perder o romperse, derramando sangre en el
tejido circundante (llamado hemorragia). Algunos aneurismas cerebrales,
particularmente los muy pequeños, no sangran o causan otros problemas.
Los aneurismas cerebrales pueden producirse en cualquier lugar del cerebro,
pero la mayoría está ubicada junto al bucle de arterias que pasan entre la
parte inferior del cerebro y la base del cráneo.
¿Qué
causa un aneurisma cerebral?
La mayoría de los aneurismas cerebrales es
congénita, debido a una anormalidad innata de una pared arterial. Los
aneurismas cerebrales son más comunes en las personas con ciertas enfermedades
genéticas, como trastornos del tejido conjuntivo y enfermedad del riñón
poliquístico, y ciertos trastornos circulatorios, como malformaciones arteriovenosas.
Otros causas pueden ser trauma o lesión craneana,
alta presión arterial, infección, tumores, aterosclerosis (una enfermedad de
los vasos sanguíneos donde las grasas se acumulan dentro de las paredes
arteriales) y otras enfermedades del sistema vascular, fumar cigarrillos y el
abuso de drogas. Algunos investigadores han especulado que los
anticonceptivos orales pueden aumentar el riesgo de desarrollar aneurismas.
Los aneurismas que son consecuencia de una
infección en la pared arterial se llaman aneurismas micóticos. Los
aneurismas relacionados con el cáncer a menudo se asocian con tumores primarios
o metastáticos de la cabeza y el cuello. El abuso de drogas,
particularmente el consumo habitual de cocaína, puede inflamar los vasos
sanguíneos y llevar al desarrollo de aneurismas cerebrales.
¿Cómo
se clasifican los aneurismas?
Existen tres tipos de aneurisma cerebral. El
aneurisma sacular es un saco de sangre redondeado o parecido a
una bolsita que está unido por el cuello o pedúnculo a una arteria o rama de un
vaso sanguíneo. También conocido como aneurisma "baya" (debido
a que parece una baya colgando de una enredadera), esta forma común de
aneurisma cerebral se encuentra típicamente en arterias en la base del
cerebro. Los aneurismas saculares aparecen más frecuentemente en adultos.
Un aneurismalateral aparece como un bulto sobre una pared del vaso
sanguíneo, mientras que un aneurismafusiforme está formado por el
ensanchamiento de todas las paredes del vaso.
Los aneurismas también se clasifican por
tamaño. Los aneurismas pequeños tienen menos de 11 milímetros de diámetro
(cerca del tamaño de una goma de borrar de lápiz estándar), los aneurismas más
grandes tienen de 11a 25 milímetros (cerca del ancho de una moneda de diez
centavos), y los aneurismas gigantes tienen más de 25 milímetros de diámetro
(más que el ancho de una moneda de 25 centavos).
¿Quién
está en riesgo?
Los aneurismas cerebrales pueden producirse en
cualquiera, a cualquier edad. Son más comunes en adultos que en niños y
levemente más comunes en las mujeres que los hombres. Las personas con
ciertos trastornos heredados también corren mayor riesgo.
Todos los aneurismas cerebrales tienen potencial de
ruptura y causan sangrado dentro del cerebro. La incidencia informada de
aneurisma roto es alrededor de 10 de cada 100,000 personas por año (cerca de
27,000 pacientes por año en los EE.UU.), comúnmente en las personas entre 30 y
60 años. Los factores de riesgo posibles de ruptura son hipertensión,
abuso de alcohol, abuso de drogas (particularmente cocaína), y el cigarrillo.
Además, el estado y tamaño del aneurisma afectan el riesgo de ruptura.
¿Cuáles
son los peligros?
Los aneurismas pueden estallar y sangrar dentro del
cerebro, causando complicaciones serias como el accidente cerebrovascular
hemorrágico, daño nervioso permanente, o ambos. Una vez que estalla, el
aneurisma puede estallar otra vez y volver a sangrar dentro del cerebro,
pudiendo producirse aneurismas adicionales. Comúnmente, la ruptura puede
causar una hemorragia subaracnoidea, el sangrado en el espacio entre el cráneo
y el cerebro. Una complicación retardada pero seria de la hemorragia
subaracnoidea es la hidrocefalia, donde la acumulación excesiva de líquido
cefalorraquídeo en el cráneo dilata las vías del líquido llamadas
ventrículos que pueden hincharse y comprimir el tejido cerebral. Otra
complicación retardada luego de la ruptura es el vasoespasmo, donde otros vasos
sanguíneos cerebrales se contraen y limitan el flujo sanguíneo a áreas vitales
del cerebro. Este flujo sanguíneo reducido puede causar un accidente
cerebrovascular o daño tisular.
¿Cuáles
son los síntomas?
La mayoría de los aneurismas cerebrales no muestran
síntomas hasta que son muy grandes o estallan. Los aneurismas pequeños
que no cambian generalmente no tendrán síntomas, mientras que un aneurisma más
grande que crece constantemente puede comprimir nervios y tejidos. Los
síntomas pueden comprender dolor por encima y detrás de los ojos;
entumecimiento, debilidad o parálisis de un lado de la cara; pupilas dilatadas
y cambios en la visión. Cuando un aneurisma sangra, el individuo puede
tener una cefalea súbita intensa, visión doble, náuseas, vómitos, rigidez de la
nuca o pérdida del conocimiento. Los pacientes generalmente describen la
cefalea como "la peor de su vida" y generalmente es diferente en
intensidad y gravedad de otros dolores de cabeza que han tenido. Las
cefaleas de advertencia o "centinelas" pueden deberse a un aneurisma
que pierde desde días a semanas antes de romperse. Solo una minoría de
los pacientes tiene una cefalea centinela antes de la ruptura del aneurisma.
Otros signos de que un aneurisma cerebral ha
estallado son las náuseas y vómitos asociados con una cefalea intensa, un
párpado caído, sensibilidad a la luz y cambios en el estado mental o nivel de
conciencia. Algunos individuos pueden tener convulsiones, otros pueden
perder el conocimiento brevemente o entrar en un coma prolongado. Las
personas que tiene la "peor cefalea," especialmente cuando está
combinada con otros síntomas deben buscar atención médica inmediata.
¿Cómo
se diagnostican los aneurismas cerebrales?
La mayoría de los aneurismas cerebrales pasa
desapercibido hasta que se rompe o se detecta por imágenes cerebrales que
pueden haberse obtenido por otra afección. Se dispone de diversos métodos
diagnósticos para proporcionar información sobre el aneurisma y la mejor forma
de tratamiento. Las pruebas generalmente se obtienen luego de una
hemorragia subaracnoidea para confirmar el diagnóstico de un aneurisma.
La angiografía es una prueba con colorante
usada para analizar las arterias o venas. Una angeo grafía intra cerebral puede detectar el grado de
estrechamiento u obstrucción de una arteria o vaso sanguíneo en el cerebro, la
cabeza o el cuello, y puede identificar cambios en una arteria o vena tal como
un punto débil, como un aneurisma. Se usa para diagnosticar el accidente
cerebrovascular y para determinar con exactitud la ubicación, el tamaño y la
forma de un tumor cerebral, aneurisma, o vaso sanguíneo que ha sangrado.
Esta prueba generalmente se realiza en la sala de angiografía de un hospital.
Luego de la inyección de un anestésico local, se introduce un catéter flexible
dentro de una arteria y se avanza por el cuerpo hasta la arteria
afectada. Una pequeña cantidad de colorante de contraste (que se resalta
en las radiografías) se libera en el torrente sanguíneo y se deja que viaje
hacia la cabeza y el cuello. Se toma una serie de radiografías y se
anotan los cambios, si los hubiera.
La tomografía
computarizada (TC) de la cabeza es una herramienta de
diagnóstico rápida, indolora y no invasiva que puede revelar la presencia de un
aneurisma cerebral y determinar, para aquellos aneurismas que han estallado, si
ha pasado líquido al cerebro. A menudo, este es el primer procedimiento
de diagnóstico indicado por un médico luego de la sospecha de una
ruptura. Las radiografías de la cabeza se procesan en una computadora
como imágenes transversales bidimensionales, o "tajadas," del cerebro
y el cráneo. Ocasionalmente se inyecta un colorante de contraste en el
torrente sanguíneo antes de la prueba. Este proceso, llamado angiografía TC, produce
imágenes nítidas y más detalladas del flujo sanguíneo y las arterias
cerebrales. La TC generalmente se realiza en un centro de pruebas o
entorno hospitalario ambulatorio.
Las imágenes
por resonancia magnética (IRM) usan radioondas generadas por
computadora y un campo magnético poderoso para producir imágenes detalladas del
cerebro y de otras estructuras corporales. La angiografía por resonancia magnética
(ARM) produce imágenes más detalladas de vasos sanguíneos.
Las imágenes pueden verse como tridimensionales o cortes transversales
bidimensionales del cerebro y los vasos. Estos procedimientos indoloros y
no invasivos pueden mostrar el tamaño y la forma de un aneurisma no roto y
pueden detectar el sangrado en el cerebro.
Puede solicitarse un análisis de líquido cefalorraquídeo si se sospecha una
ruptura del aneurisma. Luego de la aplicación de un anestésico local, se
extrae una pequeña cantidad de este líquido (que protege el cerebro y la médula
espinal) del espacio subaracnoideo, ubicado entre la médula espinal y las
membranas que lo rodean, con una aguja quirúrgica y se examina para detectar
cualquier sangrado o hemorragia cerebral. En los pacientes con sospecha
de hemorragia subaracnoidea, este procedimiento generalmente se hace en un
hospital.
¿Cómo
se tratan los aneurismas cerebrales?
No todos los aneurismas cerebrales estallan.
Algunos pacientes con aneurismas muy pequeños pueden ser monitorizados para
detectar un crecimiento o inicio de síntomas y para asegurar el tratamiento
agresivo de los problemas médicos coexistentes y los factores de riesgo.
Cada caso es único, y las consideraciones para tratar un aneurisma no roto son
el tipo, tamaño y ubicación del aneurisma; el riesgo de ruptura; la edad del paciente,
la salud, los antecedentes médicos personales y familiares y el riesgo del
tratamiento.
Se dispone de dos opciones quirúrgicas para tratar
los aneurismas cerebrales, donde ambas conllevan algún riesgo para el paciente
(como daño posible a otros vasos sanguíneos, el potencial de recurrencia del
aneurisma y nuevo sangrado y el riesgo de un accidente cerebrovascular
postoperatorio).
El clipado micro vascular implica cortar el flujo
sanguíneo al aneurisma. Bajo anestesia, se extrae una sección del cráneo
y se localiza el aneurisma. El neurocirujano usa un microscopio
para aislar el vaso sanguíneo que alimenta al aneurisma y coloca un clip
pequeño y metálico parecido a un broche en su cuello, deteniendo el suministro
sanguíneo. El clip permanece en el paciente y evita el riesgo de sangrado
futuro. Luego se vuelve a colocar el trozo de cráneo y se cierra el cuero
cabelludo. Se ha demostrado que el clipado es altamente eficaz,
dependiendo de la ubicación, forma y tamaño del aneurisma. En general,
los aneurismas que se cierran completamente no regresan.
Un procedimiento relacionado es la oclusión, en la
que el cirujano cierra (ocluye) la arteria completa que lleva al
aneurisma. Este procedimiento a menudo se realiza cuando el aneurisma ha
dañado la arteria. A veces una oclusión viene acompañada de un
by-pass, en el cual un vaso sanguíneo pequeño se injerta quirúrgicamente a la
arteria cerebral, recanalizando el flujo sanguíneo fuera de la sección de la
arteria dañada.
La embolización endovascular es una alternativa a
la cirugía. Una vez que el paciente ha sido anestesiado, el médico
introduce un tubo plástico hueco (un catéter) dentro de una arteria
(generalmente en la ingle) y lo avanza, usando angiografía, por el cuerpo hasta
el sitio del aneurisma. Usando un alambre guía, se pasan espirales
removibles (espirales de alambre de platino) o pequeños balones de látex a
través del catéter y se liberan dentro del aneurisma. Los espirales o
balones llenan el aneurisma, lo bloquean de la circulación, y hacen que la
sangre se coagule, lo que destruye eficazmente el aneurisma. Es posible
que el procedimiento deba realizarse más de una vez en la vida del paciente.
Los pacientes que reciben tratamiento por un
aneurisma deben permanecer en la cama hasta que cese el sangrado. Deben
tratarse las afecciones subyacentes, como la alta presión arterial. Otro
tratamiento del aneurisma cerebral es sintomático y puede comprender
anticonvulsivos para evitar las convulsiones y analgésicos para tratar las
cefaleas.
El vasoespasmo puede tratarse con bloqueadores del canal de
calcio, pudiendo indicarse sedantes si el paciente estuviera intranquilo.
Puede introducirse quirúrgicamente una derivación en un ventrículo varios meses
después de la ruptura si la acumulación de líquido cefalorraquídeo está
causando presión perjudicial sobre el tejido circundante. Los pacientes
que han sufrido una hemorragia subaracnoidea a menudo necesitan terapia de
rehabilitación, del lenguaje y ocupacional para recuperar la función perdida y
aprender a sobrellevar una incapacidad permanente.
¿Pueden
prevenirse los aneurismas cerebrales?
No hay maneras conocidas de prevenir que se forme
un aneurisma cerebral. Las personas con un aneurisma cerebral
diagnosticado deben controlar cuidadosamente la alta presión arterial, dejar de
fumar, y evitar el consumo de cocaína u otras drogas estimulantes.
También deben consultar con un médico sobre los beneficios y riesgos de tomar
aspirina u otros medicamentos diluyentes de la sangre. Las mujeres deben
consultar con sus médicos acerca del uso de anticonceptivos orales.
¿Cuál
es el pronóstico?
Un aneurisma no roto puede pasar desapercibido
durante toda la vida de la persona. Sin embargo, un aneurisma que estalló
puede ser fatal o llevar a un accidente cerebrovascular hemorrágico, un
vasoespasmo (la causa principal de discapacidad o muerte luego del estallido de
un aneurisma), hidrocefalia, coma, o daño cerebral a corto plazo o permanente.
El pronóstico para las personas cuyo aneurisma ha
estallado depende enormemente de la edad y la salud general del individuo,
otras afecciones neurológicas preexistentes, la ubicación del aneurisma, la
extensión del sangrado (y el nuevo sangrado), y el tiempo entre la ruptura y la
atención médica. Se estima que alrededor del 40 por ciento de los
pacientes cuyo aneurisma se ha roto no sobrevive las primeras 24 horas; hasta
el 25 por ciento muere de complicaciones dentro de los 6 meses. Los
pacientes que tienen hemorragia subaracnoidea pueden tener daño neurológico
permanente. Otros individuos pueden recuperarse con poco o nada de
déficit neurológico.
Las complicaciones retardadas del estallido de un
aneurisma pueden ser la hidrocefalia y el vasoespasmo. El diagnóstico y
tratamiento precoces son importantes.
Los individuos que reciben tratamiento para un
aneurisma no roto generalmente requieren menos terapia de rehabilitación y se
recuperan más rápidamente que las personas cuyo aneurisma estalló. La
recuperación del tratamiento o la ruptura puede llevar semanas a meses.
Los resultados del Ensayo Internacional sobre
Aneurisma Subaracnoideo (ISAT, siglas en inglés), patrocinado principalmente
por los ministerios de salud pública del Reino Unido, Francia, y Canadá y
anunciados en octubre de 2002, encontraron que los resultados para los
pacientes tratados con espirales endovasculares pueden ser superiores a corto
plazo (1 año) que los resultados para los pacientes cuyo aneurisma se trata con
clipado quirúrgico. Los resultados a largo plazo de los procedimientos
con espirales son desconocidos, debiendo los investigadores realizar más
investigación sobre este tema, ya que algunos aneurismas pueden regresar
después de usar espirales. Antes del tratamiento, los pacientes tal vez
deseen consultar con un especialista en reparaciones quirúrgicas y
endovasculares de aneurismas, para poder proporcionar mayor entendimiento de
las opciones de tratamiento. (La Asociación Estadounidense de Cirujanos
Neurológicos nota que la mayoría de los centros involucrados en el ISAT estaba
en Europa [principalmente en Inglaterra], Australia y Canadá, y que los
resultados pueden no corresponder a los pacientes en los Estados Unidos,
"donde los patrones de práctica, particularmente en referencia al grado de
subespecialización de los cirujanos neurovasculares en centros importantes, son
diferentes."
¿Qué
investigación se está haciendo?
El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y
Accidentes Cerebrovasculares (NINDS), un componente de los Institutos
Nacionales de Salud (NIH) dentro del Departamento de Salud y Servicios Humanos
de los EE.UU., es el patrocinador nacional principal de la investigación del
cerebro y el sistema nervioso. Como parte de su misión, NINDS realiza
investigación sobre aneurismas intracraneales y otras lesiones vasculares del
sistema nervioso y respalda los estudios por medio de subvenciones para
instituciones médicas en todo el país.
NINDS recientemente patrocinó el Estudio
Internacional de Aneurismas Intracraneales No Rotos, que comprendió a más de
4,000 los pacientes en 61centros del los Estados Unidos, Canadá y Europa.
Los hallazgos sugieren que el riesgo de ruptura para la mayoría de los
aneurismas pequeños (tamaño de menos de 7 milímetros) es bajo. Los
resultados también proporcionan una mirada más completa a estos defectos
vasculares y ofrecen una guía para los pacientes y médicos que enfrentan la
decisión difícil de tratar o no un aneurisma por medios quirúrgicos.
Los científicos de NINDS están estudiando los
efectos de un medicamento experimental en el tratamiento del vasoespasmo que se
produce luego de la ruptura de un aneurisma cerebral. El medicamento,
desarrollado en NIH, suministra óxido nítrico a las arterias y ha demostrado
revertir y prevenir espasmos en la arteria cerebral en los animales.
Otros científicos esperan mejorar el diagnóstico y
la predicción del vasoespasmo cerebral desarrollando anticuerpos para
moléculas que se sabe que causan vasoespasmo. Estas moléculas pueden
detectarse en el líquido cefalorraquídeo de los pacientes con hemorragia
subaracnoidea. Un estudio adicional comparará el tratamiento estándar de
la hemorragia subaracnoidea con el tratamiento estándar más la angioplastia con
balón transluminal inmediatamente después del sangrado intenso. La
angioplastia con balón transluminal implica la inserción, por medio de un
catéter, de un balón desinflado a través de la arteria afectada y dentro del
coágulo. El balón se infla para ensanchar la arteria y restablecer
el flujo sanguíneo (luego se retiran el balón desinflado y el catéter).
Los investigadores están construyendo un nuevo
sistema no invasivo de detección radiográfica de alta resolución que puede
usarse para guiar la colocación de stents (pequeños dispositivos parecidos a
tubos que mantienen abiertos los vasos sanguíneos) usados para modificar el
flujo sanguíneo durante el tratamiento de los aneurismas cerebrales.
Varios grupos de investigadores patrocinados por
NINDS están realizando estudios de enlace genético para identificar factores de
riesgo para el aneurisma intracraneal familiar o la hemorragia
subaracnoidea. Un estudio espera establecer patrones de herencia en los
pacientes de diferentes orígenes étnicos. Otro proyecto está dirigido a
localizar y proporcionar prevención y estrategias de tratamiento para personas
genéticamente en riesgo de desarrollar aneurismas cerebrales. Y otros
investigadores establecerán un banco de muestras de tejido y sangre para hacer
enlace genético y análisis moleculares.
Los científicos están investigando el uso de la
hipotermia intraoperatoria durante la cirugía de microclipado como medio para
mejorar la tasa de recuperación de las funciones cognitivas y para reducir las
complicaciones tempranas y postoperatorias y el daño neurológico. Otros
estudios están investigando formas de mejorar o reemplazar los espirales usados
en la embolización endovascular.
Investigación adicional patrocinada por NINDS
comprende el desarrollo de un nuevo modelo animal de un aneurisma sacular
humano, un nuevo método de procesamiento tisular que debe permitir la
evaluación rutinaria de la respuesta biológica a la implantación de
dispositivos de oclusión, y un modelo computarizado de simulación para evaluar
los resultados de la neurocirugía en los pacientes con aneurismas cerebrales.
Esto encuentras esto: espanol.ninds.nih.gov
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