Una relación nunca es fácil. Primero que nada, nos enfrentamos al hecho de que cada persona tiene una definición diferente de lo que significa “estar con alguien”. Creo que todos podemos tener algo con alguien, le llamemos relación o no.
La mayoría de
nosotros pasamos por un largo proceso de ensayo y error. Puedes tener un novio
y presentárselo a tus papás, puedes pasar años con esa persona, aunque eso no
lo convierte en tu compañero de vida. Las parejas que logran dar ese paso, tan
corto pero a la vez tan largo, entre convertir un “amor de novios” a ser
compañeros de vida son los que han pasado por altos y bajos en la relación y
que aun así se han quedado junto esa persona.
Pienso que el tener
un compañero de vida es una decisión consciente que tomamos todos los días que
estamos a lado de esa persona. La decisión de quedarse cuando podrías irte,
preocuparte cuando podrías ignorar, de apoyar cuando podrías olvidar.
Si me lo preguntan a mí, cuando dos personas se transforman en compañeros de vida, se dan cuenta que están juntos porque quieren construir algo, incluso cuando podrían hacerlo separado. Atrás se quedarán las dudas, la necesidad de ser validado o la inseguridad de que tal vez no te ama lo suficiente.
Si me lo preguntan a mí, cuando dos personas se transforman en compañeros de vida, se dan cuenta que están juntos porque quieren construir algo, incluso cuando podrían hacerlo separado. Atrás se quedarán las dudas, la necesidad de ser validado o la inseguridad de que tal vez no te ama lo suficiente.
Llega un punto en el que no sólo son
honestos con su pareja, sino consigo mismos; entienden que hay ocasiones en las
que se enojan, se frustran o no se sienten “tan amorosos”. Simplemente hablan,
los exponen sin miedo ni pena. Cuando encuentras a tu compañero de vida,
encuentras a la persona que te apoyará en todo lo que te propongas, que te
amará por lo que eres y no por lo que puedes llegar a ser y será quien te
escoja, una y otra vez, porque no hay nadie más con quien quiera estar.
Al final, las relaciones son para el momento, pero un compañero es para toda la vida.
Es desde la revista ZONA LUZ CITY.
Al final, las relaciones son para el momento, pero un compañero es para toda la vida.
Es desde la revista ZONA LUZ CITY.
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