jueves, 22 de octubre de 2015

EL PUNTO FENG FU: EL SECRETO PARA SENTIRSE BIEN



El uso de un cubo de hielo en cierto punto de la cabeza, puede traer muchos beneficios para la salud. Es un punto específico justo donde convergen la cabeza y el cuello, llamado por la acupuntura china Feng Fu, que significa en español Palacio del Viento.

El método de estimulación del punto Feng Fu no cura enfermedades, pero puede devolver el equilibrio físico, rejuvenecer el cuerpo y fortalecer el organismo.


Aporta beneficios como: Mejorar el sueño, ayudar al sistema digestivo, disminuir los resfriados, aliviar el dolor de cabeza, muelas y articulaciones; mejorar la respiración y el sistema cardiovascular, ayudar con la artritis, hipertensión e hipotensión, curar infecciones gastrointestinales y de transmisión sexual, administrar trastornos de la glándula tiroides, mejorar el asma, ayudar con trastornos en el tracto gastrointestinal, obesidad y malnutrición, reducir la celulitis, arreglar trastornos menstruales, impotencia, frigidez, problemas endocrinológicos o infertilidad, auxiliar en trastornos psico-emocionales, estrés, fatiga crónica, depresión e insomnio.


La acupuntura considera que una enfermedad es la acumulación o deficiencia de la energía en algún lugar del cuerpo. El Feng Fu es un lugar de alto potencial energético. 
Coloca un cubito de hielo directamente sobre la zona Feng Fu y sostenlo ahí durante 20 minutos con un vendaje, pañoleta, etc.
Puedes repetir la rutina por la mañana antes de comer o beber cualquier cosa, y por la noche antes de irte a dormir. Haz un descanso de 2 días entre rutinas.
Al principio sentirás frío, pero después de 30 o 40 segundos, sentirás cómo el calor va directo al punto Feng Fu. Algunos experimentan euforia los primeros días por la liberación de endorfinas en el torrente sanguíneo.
No debe realizarse durante el embarazo, con marcapasos y si se sufre epilepsia o esquizofrenia. 
La estimulación en esa zona ayuda a tratar pesadez del cuerpo, escalofríos con sudor, inflamación de garganta, mareos y visión borrosa, pérdida repentina de la voz, entumecimiento de piernas, hipertensión, manías, tristeza, miedo, vértigo, palpitaciones, dolor de cuello con incapacidad de girar la cabeza, nariz obstruida.
Recuerda que cualquier práctica debe ser supervisada por un especialista. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario