Qué es tortícolis
El tortícolis es una contracción muscular prolongada en la región del cuello que origina dolor e incapacidad para moverse.
Esta afección provoca que, mientras que la cabeza apunta hacia un hombro, el mentón quede señalando hacia el hombro opuesto.
La tortícolis puede aparecer tanto en la niñez como en la edad adulta. Cuando está presente al nacer suele significar que la cabeza del bebé se encontraba en una posición incorrecta mientras se desarrollaba en el útero, o bien, porque existe una lesión en los músculos en el riego sanguíneo que va al cuello.
Causas
Las causas por las que se produce una tortícolis son dos:
- Por una influencia genética y, por lo tanto, se considera hereditaria.
- Debido al resultado de una lesión muscular provocada por una mala postura o movimiento brusco.
Existen, además, otros dos factores que hacen que
el paciente sea más propenso a sufrir este trastorno: el estrés y
la fatiga.
Síntomas
Los síntomas de la tortícolis son de fácil detección. Normalmente, los pacientes que sufren de esta afección padecen dolor cervical, movimiento limitado en la zona del cuello y rigidez del músculo esternocleidomastoideo. Además, se observa una postura anormal de la cabeza.
Otros síntomas característicos del tortícolis suelen ser el dolor de cabeza y un ligero temblor de la misma e hinchazón de los músculos del cuello, lo que provoca la limitación en los movimientos.
Prevención
Dado que normalmente esta patología se adquiere por malas posturas, se recomienda tener especial cuidado en situaciones que puedan originarla, como al utilizar almohadas demasiado altas o bajas a la hora de dormir.
Además, se aconseja prestar especial atención al realizar actividades cotidianas como pasar mucho tiempo hablando por teléfono con una postura forzada y poco ergonómica o si llevamos a cabo movimientos bruscos del cuello.
Las técnicas de relajación y los estiramientos regulares de la zona cervical reducen el peligro en pacientes propensos a padecerla.
Tipos
Dentro de la clasificación de esta afección, existen cuatro tipos:
- Tortícolis: Causada por movimientos bruscos del cuello o malas posturas.
- Tortícolis idiopática: Si la afección se produce sin causa conocida.
- Tortícolis congénito: Se da dentro del útero, si el feto se ha colocado en una mala posición durante su crecimiento o se dan problemas en el riego del cuello del feto.
- Tortícolis espasmódica psicógena: Se reconoce por crisis espasmódicas del cuello acompañadas de dolores. Su aparición puede deberse al estrés o la fatiga.
Diagnóstico
Con un examen físico es fácil determinar la aparición de esta afección. Esta exploración revelará una posición incorrecta de la cabeza y un acortamiento y rigidez de los músculos del cuello.
Esta prueba mostrará tres posibles causas por las
que se ha producido la tortícolis:
- Una posición anormal de la cabeza que hace que ésta se ladee o se incline hacia adelante o hacia atrás.
- Músculos en el cuello que son más largos o más cortos de lo normal.
- Toda la cabeza gira hacia un lado. Éste representa el caso más grave.
Tratamientos
Lo más importante para abordar esta patología es realizar tratamientos con calor y masajes, además de administrar calmantes musculares al paciente.
El uso de collarín puede darse en determinados casos. Además, una vez que la movilidad del cuello mejora, es recomendable realizar estiramientos de los músculos afectados.
En el caso de que sea una afección presente al
nacer, implica estirar el músculo del cuello acortado. Estos estiramientos,
denominados pasivos, se realizan con bebés y niños pequeños y son
eficaces si se inician dentro de los tres meses posteriores al nacimiento.
La cirugía para corregir el músculo del cuello se puede hacer en niños en edad preescolar, siempre que el resto de los tratamientos no haya funcionado.
El tortícolis producido por el daño en el sistema nervioso, la columna o los músculos se trata dependiendo de cuáles sean las causas en cada paciente en particular.
Pueden pautarse estiramientos o el uso de collarines, pero también la administración de medicamentos, como el fármaco baclofeno para reducir las contracturas musculares intensas.
La tortícolis es un tipo de distonía (contracciones musculares prolongadas) en que los músculos del cuello, particularmente el músculo esternocleidomastoideo, angular de la escápula y en menor medida los músculos escalenos, se contraen involuntariamente y hacen que se incline la cabeza.
Etiología
Para explicar la etiología se
invocan diferentes hipótesis. La más conocida sugiere que, como consecuencia de
la hiperextensión del músculo
en presentaciones podálicas o en expulsivos difíciles, se rompe la fascia o
el propio músculo, formándose un hematoma que,
al ser invadido después por fibrina y fibroblastos,
acaba cicatrizando con acortamiento del músculo.
Otra posibilidad etiológica es la
posición anormal, presión excesiva o trauma del músculo durante la vida fetal.
Esta hipótesis intrauterina se utiliza para los pacientes con presencia de tumor y asimetría cráneo
facial ya al nacimiento (a veces tras nacer por cesárea),
sobre todo si además existen otras manifestaciones de modelado intraútero, como
posiciones anormales de miembros, mal posición del feto (parto múltiple, miomas
uterinos, útero bicorne).
Otras hipótesis sugieren un
defecto hereditario en el desarrollo muscular o una miositis infecciosa prenatal, o
también se presentan teorías que son de defecto congénito en el desarrollo del
cuello y sus músculos.
Manifestaciones clínicas.
Aunque se puede detectar una masa
ya al nacer en la zona media del músculo, es más frecuente no evidenciarla
hasta los 10-14 días de vida. Suele ser de 1-2 cm de diámetro, dura, inmóvil,
bien delimitada y sin aspecto inflamatorio o cambios de coloración en la piel
circundante. En las 2-4 semanas siguientes aumenta de tamaño la masa,
disminuyendo posteriormente, para desaparecer a los 5-8 meses.
Existe un 40% de casos en los que
no se presenta masa; solo contractura muscular. La contractura del músculo tras
el nacimiento inclina la cabeza hacia el lado afecto y la rota en dirección
opuesta, no pudiendo ser movida pasivamente a su posición normal.
En el 75% de los casos la
inclinación de la cabeza es hacia la derecha. La posición así mantenida durante
meses o años acaba modelando el cráneo y la cara, produciendo asimetría en
ellos, en clavículas y hombros. Si no se trata se desarrolla escoliosis cervical
y torácica.
Diagnóstico diferencial
El examen radiológico cuidadoso
permite excluir la deformidad de Sprengel, el síndrome de Klippel-Feil, la mielodisplasia cervical
y la occipitalización del
atlas.
El TAC puede, en casos
dudosos, descartar patología de las partes blandas del cuello que pueden
producir tortícolis (linfangioma, hemangioma, teratoma).
Tratamiento correctivo
El niño tendrá: agrandamiento de
los músculos del cuello (posiblemente ya presente al nacer), asimetría de la
cabeza del bebé por dormir sobre el lado afecto, elevación del hombro en el
lado afecto, rigidez de los músculos del cuello, rango de movimiento limitado,
dolor de cabeza, dolor cervical, temblor de la cabeza.
El 20% de los niños con
tortícolis muscular congénito presentan de forma asociada algún grado de luxación congénita de
cadera. Por eso es muy importante realizar una exploración minuciosa de la
cadera, incluyendo una ecografía a
las 6 semanas. También se ve asociación entre la tortícolis congénita y el pie zambo.
Puede ser más fácil corregir esta
patología en lactantes y niños. Si se vuelve crónica, se pueden desarrollar
sensaciones de entumecimiento y hormigueo al comprimirse las raíces de los
nervios en el cuello. La inyección de la toxina botulínica a menudo brinda
alivio sustancial a esta condición.
Se recomienda reposo de 2 días
sin tener ningún tipo de movimiento que involucre mover el cuello. Si el dolor
sigue lo mejor es consultar a un médico.
Evolución
Si el tratamiento no se realiza
precozmente puede aparecer una deformidad del cráneo más asimetría facial
denominado plagiocefalia. Los pequeños deben ser evaluados
para descartarse otros problemas: neurológicos, oculares.
El tratamiento iniciado lo la
cabeza en posición normal varias veces al día. Se debe estimular el movimiento
activo de la cabeza hacia el lado del
tortícolis mediante estímulos acústicos y auditivos (luces, figuras
móviles, cajas de música, etc.). Durante el sueño se le acuesta sobre el lado
afecto, inmovilizándolo con sacos de arena.
La evolución habitual es la
recuperación completa en 2-3 meses. Si a los 6 meses de edad persiste la
tortícolis, si el niño presenta plagiocefalia al diagnóstico o en el mayor de
un año y sin mejoría de la fisioterapia se debe considerar la cirugía por
liberación mono polar o bipolar del músculo estrenocleiodomastoideo, con
alargamiento por división de músculo, e inmovilización en posición sobre
corregida durante varias semanas, con fisioterapia posterior.
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