Por MILENIO, Novedades
En 2003 se diseñó el plan, y pese a que
hay tramos que ya están hechos y otros que no han sido terminados, volvería a
ser delineado.
Después de 10 años… van a comenzar de cero. Así se
puede resumir la historia del proyecto de un segundo periférico de Mérida al que se han asignado millonarios recursos públicos
y que puede convertirse en otro litigio para el Ayuntamiento.
El Ver blog presidente del Colegio de Arquitectos, José
Antonio Peniche Gallareta, quien diseñó el proyecto en 2003, a través del Plan
Estratégico de Mérida, explicó que el objetivo primordial de la obra es la
conectividad regional.
Indicó que el planteamiento no sólo es del Gobierno
del Estado y de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), sino
también depende de los municipios de Mérida, Kanasín, Umán y Conkal, así como
los dueños de las tierras ejidales y privadas por los que pasará ese circuito,
de manera que habrá que pagar su valor para que sean liberadas.
Así, en 2011, la ingeniera Kendy May Yam señaló –en
su investigación de tesis- que el Anillo Vial Metropolitano, conocido como
Segundo Periférico, rodearía Mérida, la zona urbana del municipio de Kanasín,
la mitad del desarrollo inmobiliario Ciudad Caucel (poniente), Los Héroes
(oriente), otros de menor tamaño como Cocoyoles, Algarrobos y Punta Lago,
Temozón, parte de Las Américas y Hacienda Xcanatún y Real Montejo (norte),
además de la mayoría de los campus universitarios
-Este nuevo circuito beneficiará a los desarrolladores
inmobiliarios, elevando el valor de sus terrenos
-aseguró la profesional.
El proyecto general tendría un costo de 317 millones de
pesos, de los cuales, en su primera etapa, sería de 30 millones. El convenio
signado que garantiza la construcción es por un monto de 4 mil millones 578 mil
190 pesos.
El
proyecto general tendría un costo de 317 millones de pesos
De hecho, el director del Plan Estratégico de Mérida,
Humberto Sauri Duch, aseguró que actualmente el proyecto tiene varios tramos
que ya están hechos en los fraccionamientos de la periferia y otros que no
están terminados.
Sin embargo, el actual director de Desarrollo Urbano
Municipal, Federico Sauri Molina, afirmó que el proyecto original tiene
inconvenientes porque hay predios que se encuentran dentro de la ruta que
ocasionarán problemas al momento de construir.
En ello coincide el director del Instituto de
Infraestructura Carretera de Yucatán (Incay), Javier Osante Solís: “debemos
tomar en cuenta las poblaciones que ya pasaron el límite del actual Anillo
Periférico, así como los nuevos fraccionamientos que se han creado en el norte
y norponiente de la ciudad, de manera que hay que realizar un nuevo proyecto”.
Dijo que se gestionarán 30 millones de pesos para el
estudio del proyecto. La propuesta será entre 90 y 115 kilómetros de carretera,
por lo que es un plan con un costo alto.
Explicó que para esa construcción se requiere de un
proyecto geométrico, autorización del Instituto Nacional de Antropología e
Historia (INAH), estudios de factibilidad socioeconómico y ambiental y el pago
del derecho de vial.
El
funcionario estatal señaló que en este momento no hay un dibujo ni un tramo
definido, sólo el trazo conocido por todos, que es donde pasan las torres de
alta tensión de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pero no es seguro
que será ése el proyecto, ya que en campo no hay nada aterrizado.
Lo que es un hecho, apuntó, es que el Anillo Vial estará
mucho más lejos que el actual, ya que podría pasar atrás de Caucel. Su
construcción se realizaría en cuatro etapas: de las salidas a las carreteras
Campeche-Cancún, de Cancún-Tizimín, de Tizimín-Progreso y de Progreso-Campeche;
pero sólo son ideas que no son concretas.
Indicó que la carretera será similar al Anillo Periférico,
con un carril central de 34 metros y calles laterales de 19 metros por
“cuerpo”.
Destacó que es importante realizar un buen estudio, para
que no suceda lo que ocurre con el Periférico actual, que no fue bien diseñado
y es ahora cuando se construyen las calles laterales.
Buscan cancelar millonario contrato
El Ayuntamiento de Mérida anuncia que va tras la
cancelación de nuevo, millonario contrato de la administración que la
antecedió: el Anillo Vial Metropolitano.
El próximo Segundo Periférico, también conocido
como el 230, está en la mira de la administración de Renán Barrera Concha, la
cual sostiene que las autoridades municipales del período 2010-2012 sin
consultar ni tener la aprobación de la mayoría del Cabildo, firmaron un
contrato de asignación de obra con la empresa Pyrsa, propiedad de Rodolfo Rosas
Moya.
El convenio garantiza la construcción de esta obra
de infraestructura carretera por un monto de cuatro mil 578 millones 190
pesos.
El acuerdo fue signado por el ex alcalde interino
Álvaro Omar Lara Pacheco, el secretario municipal Julio César Ávila Novelo, el
subdirector de Obras Públicas e Infraestructura, Gilberto Rolando Romero
Valencia y Rosas Moya.
El actual secretario municipal, Alejandro Iván Ruz
Castro, reveló que ese contrato se suscribió el 7 de mayo de 2012, y sigue
vigente, de manera que se analizan las vías legales para la cancelación o la
vía jurídica adecuada para proteger los intereses del municipio.
Afirmó que ese contrato carece de todo sustento,
primero porque no fue aprobado por Cabildo; incluso, no fue incluido en el acta
de entrega-recepción. Sólo se supo del millonario contrato a través de
documentos encontrados en la Dirección de Obras Públicas.
-En ese contrato el Ayuntamiento se obliga con la
empresa a asignarle cinco obras específicas, destacando la construcción del
Anillo Vial Metropolitano, con un valor de cuatro mil 578 millones, 190.81
pesos, pero es algo ilegal y los aspectos del mismo van más allá de la administración
que lo celebró, por lo que era obligación constitucional que tuviera la
aprobación de las dos terceras partes del Cabildo, lo que no sucedió
-sostuvo. Aclaró que ese contrato no tiene sustento técnico
ni bajo qué circunstancias se celebró, sólo indica que se signa la obra a la
empresa Pyrsa.
El proyecto vuelve a gestionarse y abarcaría entre
72 y 90 kilómetros y tendría exorbitante costo de más 3 mil millones de pesos y
su construcción sería en cinco etapas.
Según estudios realizados, sólo el proyecto costará
317 millones de pesos, y aunque ya hay un bosquejo de cómo sería la obra, las
autoridades estatales volverán a definir los sitios, pues el Incay considera
obsoleto el primer estudio.
www.sipse.com
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