La Medicina entiende por aborto toda expulsión del feto,
natural o provocada, en el período no viable de su vida intrauterino, es decir,
cuando no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir.
1.- Definición, ¿Qué es el
Aborto?
La Medicina entiende por aborto toda
expulsión del feto, natural o provocada, en el período no viable de su vida
intrauterino, es decir, cuando no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir. Si esa
expulsión del feto se realiza en período viable pero antes del término del
embarazo, se denomina parto prematuro, tanto si el feto sobrevive como si
muere. En el lenguaje
corriente, aborto es la muerte del feto por su expulsión, natural o provocada,
en cualquier momento de su vida intrauterino. Fuente: "EL ABORTO"
100 CUESTIONES Y RESPUESTAS SOBRE LA DEFENSA DE LA VIDA HUMANA
Y LA ACTITUD DE LOS CATÓLICOS.
100 CUESTIONES Y RESPUESTAS SOBRE LA DEFENSA DE LA VIDA HUMANA
Y LA ACTITUD DE LOS CATÓLICOS.
2.- Clases de Aborto
En ocasiones se actúa sobre embarazos
de hijos viables, matándolos en el interior de la madre o procurando su muerte
después de nacer vivos. Esto no es, médicamente hablando, un aborto, y de hecho
muchas legislaciones que se consideran permisivas en la tolerancia del aborto
lo prohíben expresamente, porque lo incluyen en la figura del infanticidio. Pero no ocurre así en otros casos, como por ejemplo en España, donde el Código
Penal no tiene en cuenta la viabilidad del feto para que se dé el delito de
aborto, y, en contrapartida, se puede matar en algunos casos a fetos viables
sin recibir ningún castigo penal, al amparo de la legislación vigente
precisamente en materia de aborto. Por eso utilizaremos en estas páginas la
definición de aborto según el lenguaje corriente, de modo que la muerte
provocada de un feto viable también será considerada como aborto.
3.- Métodos para Abortar
Tipos de Aborto
El asesinato de un
bebé no nacido se produce, además de algunos métodos domésticos, a través de
los siguientes métodos:
- Por envenenamiento salino
Se extrae el líquido
amniótico dentro de la bolsa que proteje al bebé. Se introduce una larga aguja
a través del abdómen de la madre, hasta la bolsa amniótica y se inyecta en su
lugar una solución salina concentrada. El bebé ingiere esta solución que le producirá
la muerte 12 horas más tarde por envenenamiento, deshidratación, hemorragia del
cerebro y de otros órganos. Esta solución salina produce quemaduras graves en
la piel del bebé. Unas horas más tarde, la madre comienza "el parto"
y da a luz un bebé muerto o moribundo, muchas veces en movimiento.Este método
se utiliza después de las 16 semanas de embarazo.
- Por Succión
Se inserta en el útero un tubo
hueco que tiene un borde afilado. Una fuerte succión (28 veces más fuerte que
la de una aspiradora casera) despedaza el cuerpo del bebé que se está
desarrollando, así como la placenta y absorbe "el producto del
embarazo" (osea, el bebé), depositándolo después en un balde. El abortista
introduce luego una pinza para extraer el cráneo, que suele no salir por el
tubo de succión. Algunas veces las partes más pequeñas del cuerpo del bebé
pueden identificarse. Casi el 95% de los abortos en los países desarrollados se
realizan de esta forma.
- Por Dilatación y Curetaje
En este método se utiliza una
cureta o cuchillo provisto de una cucharilla filosa en la punta con la cual se
va cortando al bebé en pedazos con el fin de facilitar su extracción por el
cuello de la matriz. Durante el segundo y el tercer trimestre del embarazo el
bebé es ya demasiado grande para extraerlo por succión; entonces se utiliza el
método llamado por dilatación y curetaje. La cureta se emplea para desmembrar
al bebé, sacándose luego en pedazos con ayuda de los forceps. Este método está
convirtiéndose en el más usual.
- Por "D & X" a las 32 semanas
Este es el método más espantoso
de todos, también es conocido comonacimiento parcial. Suele hacerse
cuando el bebé se encuentra muy próximo de su nacimiento Después de haber
dilatado el cuello uterino durante tres días y guiándose por la ecografía, el
abortista introduce unas pinzas y agarra con ellas una piernecita, después la
otra, seguida del cuerpo, hasta llegar a los hombros y brazos del bebé. así
extrae parcialmente el cuerpo del bebé, como si éste fuera nacer, salvo que
deja la cabeza dentro del útero. Como la cabeza es demasiado grande para ser
extraída intacta; el abortista, entierra unas tijeras en la base del cráneo del
bebé que está vivo, y las abre para ampliar el orificio. Entonces inserta un
catéter y extrae el cerebro mediante succión. Este procedimiento hace que el
bebé muera y que su cabeza se desplome. A continuación extrae a la criatura y
le corta la placenta.
- Por Operación Cesárea
Este método es exactamente igual
que una operación cesárea hasta que se corta el cordón umbilical, salvo que en
vez de cuidar al niño extraído se le deja morir. La cesárea no tiene el objeto
de salvar al bebé sino de matarlo.
- Mediante Prostaglandinas
Este fármaco provoca un parto
prematuro durante cualquier etapa del embarazo. Se usa para llevar a cabo el
aborto a la mitad del embarazo y en las últimas etapas de éste. Su principal
"complicación" es que el bebé a veces sale vivo. También puede
causarle graves daños a la madre. Recientemente las prostaglandinas se han
usado con la RU-486 para aumentar la "efectividad" de éstas.
Se trata de una
fármaco abortivo empleado conjuntamente con una prostaglandina, que es
eficiente si se la emplea entre la primera y la tercera semana después de
faltarle la primera menstruación a la madre. Actúa matando de hambre al
diminuto bebé, al privarlo de un elemento vital, la hormona progesterona. El
aborto se produce luego de varios días de dolorosas contracciones.
4.- Efectos Físicos
Las primeras causas
de muerte en relación con el aborto son hemorragia, infección, embolia,
anestesia, y embarazos ectópicos sin diagnosticar [undiagnosed]. El
aborto legal constituye la quinta causa de muerte de gestantes en los EE. UU,
aunque de hecho se sabe que la mayoría de muertes relacionadas con el aborto no
son registradas oficialmente como tales.
El riesgo de cáncer de mama casi
se dobla después de un aborto e incluso se incrementa aún más con dos o más
abortos.
Las mujeres con un
aborto se enfrentan a un riesgo relativo de 2.3 de cáncer cervical, en
comparación con las mujeres que no han abortado, y las mujeres con dos o más
abortos encaran un riesgo relativo de 4.92. Riesgos igualmente elevados de
cáncer de ovario e hígado se ligan con el aborto único o múltiple. Estos
porcentajes incrementados de cáncer para el caso de mujeres que han abortado se
vinculan aparentemente a la interrupción no natural de los cambios hormonales
que acompañan al embarazo, así como a la lesión cervical no tratada.
Entre un 2 y un 3 %
de las pacientes de aborto pueden sufrir perforación del útero; es más, la
mayoría de estas lesiones quedarán sin ser diagnosticadas ni tratadas a no ser
que realice una visualización mediante laparoscopia. (5) Esta clase de examen
puede resultar útil cuando se inicia un proceso judicial por negligencia en la
práctica del aborto. El riesgo de perforación uterina se incrementa para las
mujeres que ya han tenido hijos y para las que reciben anestesia general
durante la realización del aborto.(6) El daño en el útero puede complicarse en
ulteriores embarazos y eventualmente puede acarrear problemas que requieran una
histerectomía, lo que de por sí puede conllevar diversas complicaciones
adicionales y lesiones que incluyen la osteoporosis.
En al menos un uno por ciento de
abortos realizados en el primer trimestre se producen importantes desgarros
cervicales que requieren sutura. Las laceraciones de menor envergadura o las
micro-fracturas, que normalmente no son tratadas, pueden también a la larga
perjudicar la función reproductiva. La lesión latente post-aborto puede abocar
a una posterior incompetencia cervical [ subsequent cervical
incompetence ], parto prematuro y complicaciones durante el parto. El riesgo
de lesión cervical es mayor en adolescentes, para abortos realizados en el
segundo trimestre, y cuando los facultativos no usan laminaria (sic)
para dilatar el cuello uterino.(7)
El aborto incrementa el riesgo de placenta
previa en ulteriores embarazos (una circunstancia que pone en peligro
tanto la vida de la madre como su embarazo deseado), en una escala de entre
siete y quince. El desarrollo anormal de la placenta debido a lesión uterina
aumenta el riesgo de malformación fetal, muerte perinatal y efusión excesiva de
sangre durante el parto. (8)
El aborto se asocia con lesiones
cervicales y uterinas que pueden incrementar el riesgo de parto prematuro,
complicaciones en el parto y desarrollo anormal de la placenta en posteriores
embarazos. Estas complicaciones reproductivas constituyen las causas
principales de las minusvalías en recién nacidos. (9)
El aborto está relacionado de
forma importante con un riesgo añadido de embarazos ectópicos posteriores. Los
embarazos ectópicos, a su vez, amenazan la vida y pueden llevar a un descenso
en la fertilidad. (10)
Se trata de una
enfermedad que puede poner en peligro la vida y conllevar un riesgo añadido de
embarazo ectópico y reducción de fertilidad. De entre las pacientes que tienen
una infección por clamidia [ a chlamydia infection ] en el
momento del aborto, un 23 % desarrollará PID en cuatro
semanas. Algunos estudios han arrojado que entre un 20 y un 27 % de pacientes
que abortan sufren una infección por clamidia. Aproximadamente un 5 % de
pacientes que no han sido infectados por clamidia desarollan PID dentro
de las 4 semanas posteriores a un aborto realizado durante el primer trimestre.
Es por tanto razonable suponer que cuantos practican abortos previenen y tratan
tales infecciones antes del aborto. (11)
La endometritis representa un
riesgo post-aborto para todas las mujeres, pero en especial para las
adolescentes, las cuales tienen una probabilidad 2.5 veces mayor de contraer
endometritis después de un aborto que las mujeres con edades entre 20 y 29
años. (12)
Alrededor de un 10 % de mujeres
que se someten a un aborto provocado sufrirán complicaciones inmediatas, de las
cuales aproximadamente un quinto (2 %) tienen la consideración de riesgo
mortal. Las nueve grandes complicaciones más comunes que pueden darse durante
la práctica del aborto son: infección, efusión excesiva de sangre, embolia,
desgarro o perforación del útero, complicaciones de la anestesia, convulsiones,
hemorragia, lesión cervical y "shock" endotóxico. Las complicaciones
'menores' más comunes incluyen: infeccion, efusión de sangre, fiebre,
quemaduras de segundo grado [ second degree burns ], dolor
abdominal crónico, vómitos, problemas gastro-intestinales, y sensibilización
del Rh [ Rh sensitization ]. (13)
En general, la
mayoría de los estudios arriba citados reflejan factores de riesgo para mujeres
que se han sometido a un solo aborto. Estos mismos estudios muestran que las
mujeres que tienen abortos múltiples encaran un riesgo mucho mayor de sufrir
tales complicaciones. Este punto es especialmente digno de ser mencionado desde
el punto y hora en que alrededor de un 45 % de todos los abortos se practican
en mujeres que ya habían abortado antes.
Las adolescentes, que
suponen aproximadamente un 30 por ciento de las mujeres que abortan, se exponen
a un riesgo mucho más alto de sufrir numerosas complicaciones relacionadas con
el aborto. Esto reza tanto para las complicaciones inmediatas como para los
perjuicios reproductivos a largo plazo. (14)
En un estudio
realizado sobre 1.428 mujeres, los investigadores descubrieron que los
embarazos malogrados y en particular los debidos a aborto provocado se
asociaban de manera significativa a una salud general más deficiente. Los
abortos múltiples correspondían a una valoración todavía peor de la salud
presente. Mientras que la interrupción del embarazo por causas naturales
iba en detrimento de la salud, el aborto provocado resultó estar más
estrechamente relacionado con una salud deficiente. Tales hallazgos confirman
investigaciones anteriores que arrojaban que durante el año siguiente a un
aborto las mujeres visitaban a su médico de cabecera un 80 % más por toda clase
de razones y un 180 % más por razones psico-sociales. Los autores también se
encontraron con que si hay un compañero presente y que no presta apoyo [not
supportive], el porcentaje de aborto natural se eleva a más del doble y el
de aborto provocado es cuatro veces mayor que si él está presente y apoyando.
Si el compañero está ausente, el porcentaje de aborto provocado es seis veces
mayor. (15)
El aborto está en
buena medida ligado a cambios de conducta tales como promiscuidad, tabaquismo,
abuso de las drogas y desórdenes alimenticios que en conjunto contribuyen a
incrementar los riesgos de padecer problemas de salud. Por ejemplo, la
promiscuidad y el aborto están ambos relacionados con un aumento de las tasas
de PID y embarazos ectópicos. Cuál de los dos contribuye más
es algo todavía incierto, pero deslindarlo puede ser irrelevante si la
promiscuidad es de por sí una reacción al trauma post-aborto o a la pérdida de
autoestima.
Es desde, Derechos Reservados, ACI Prensa. Correo, aciprensa@aciprensa.com
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