Pertenezco
al grupo “Vuelve a Vivir” de Jugadores Anónimos desde hace poco tiempo y sin
embargo siento que mi vida ha cambiado muchísimo.
Cuando yo
jugaba, era una persona amargada. No sabía por qué me había vuelto así. Las
circunstancias de mi vida, la soledad, el aburrimiento y la falta de afecto, me
hacían sufrir. Al principio era emocionante ir a jugar. Me vestía y salía
contenta de casa con la ilusión de ver gente, de conversar, de convivir y de
tener en mi vida una ilusión. Creía que había resuelto todos mis problemas,
incluso los económicos porque las primeras veces gané. Llegué a pensar que era
la persona más afortunada del mundo, pero poco a poco y sin darme cuenta, eso
fue cambiando. Me sentía enojada y frustrada cuando no ganaba. Es como si la
suerte se me hubiera ido de golpe. No volví a ganar y en mis ganas de hacerlo
jugaba cada vez más. Más tiempo y más dinero. Pronto comencé a tener problemas
para conciliar el sueño. Me daba cuenta que todos me caían mal, me sentía más
sola que nunca. Solía salir del casino diciendo palabras de ofensa hacia mí
misma. Incluso salí algunas veces llorando y la desesperación se fue apoderando
de mí. Me olvidé de mis actividades, de mis amigos y familiares. Me obsesioné
con el juego y mi mente sólo pensaba en eso. Ahora que voy al grupo “Vuelve a Vivir”
de Jugadores Anónimos, me siento en paz. Ahí sí gano, gano bienestar, alegrías
y una fe que me ha devuelto las ganas de vivir. Encontré amigos y voy a todas
las sesiones. Gracias a Dios hoy vivo bien. La soledad se fue y literalmente
volví a vivir. Si tú tienes dudas acerca de tu forma de jugar, ven a nuestro
grupo. Es
de la revista, ZONA LUZ CITY.
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