Uno de los problemas que a muchos de nosotros nos afectan en gran medida
con la llegada de las altas temperaturas es la temida retención de líquidos. Es un problema que en algunos casos
enmascara un trasfondo mayor, pero en otros simplemente se debe a efectos de
unos hábitos de vida no demasiado saludables que debemos cambiar para conseguir
acabar con este proceso.
Es
importante que frente a una retención de líquidos tomemos medidas al respecto,
ya que no es nada bueno para nuestra salud que esto se produzca. Ante todo
debemos saber que muchas veces viene derivada de una mala circulación, por lo
que es importante que tengamos en cuenta la importancia de realizar todo lo
posible por conseguir mejorar el riego sanguíneo mediante duchas de agua fría y
la adaptación de la alimentación con sencillos gestos que nos van a permitir
disminuir este problema.
Un
paso importante para evitar la retención de líquidos es eliminar la sal de las comidas. Esta sustancia hace
que nuestro organismo tienda a acumular líquidos que no necesita y que acaban
entorpeciendo. Eliminar la sal no es algo traumático necesariamente, ya que los
alimentos contienen infinidad de sales minerales que contribuirán a dotar a
nuestro organismo de lo que necesita para funcionar correctamente y así evitar
desajustes.
Consumir abundante agua a lo largo de la jornada es una buena
manera de evitar las retenciones de líquidos. En contra de lo que muchos
piensan, el consumo de líquidos nos ayudará a mantener nuestro organismo
depurado, ya que la ingesta habitual de agua limpiará nuestro organismo de
impurezas y sustancias que en muchos casos son las causantes de esta retención.
Además, nos ayudará a reponer parte de los niveles de sales minerales que el
organismo necesita.
Es
importante saber qué es
lo que consumimos a diario, ya que aunque eliminemos la sal de
nuestras comidas debemos saber si los alimentos elaborados que consumimos la
contienen. Para ello es importante que prestemos atención a las etiquetas. Lo
mejor es elaborarlos las comidas nosotros mismos y controlar el proceso de
cocción de cada plato. Un alimento al que recurrimos muchos deportistas es el
atún enlatado que suele contener altas dosis de sales. Es importante que
reparemos en ello y compremos productos con bajos niveles de sodio.
Es
fundamental que ingiramos
alimentos diuréticos como
las frutas y verduras que contienen altas dosis de potasio necesarias para
regular nuestro organismo y con él el nivel de líquidos que contiene. Son
alimentos que permiten depurar el organismo. Junto a la comida, las infusiones
forman parte importante de los aliados que nos ayudarán a perder líquidos. Entre
ellas debemos destacar el té verde y el rojo, la cola de caballo… aunque todas
las infusiones son una buena forma de regular los niveles de líquidos en el
organismo.
A
pesar de tomar medidas al respecto, en muchas ocasiones los problemas de
retención de líquidos se deben a una serie de desajustes orgánicos que debemos
tratar y para ello es recomendable acudir a un médico que será quien tomará
cartas en el asunto y adoptará las medidas necesarias al respecto.
01 - Trucos para evitar la retención de líquidos
La retención de líquidos parece
ser un signo menor en muchos casos, sin embargo, puede esconder patologías
severas por lo que se necesita consultar con un médico ante su aparición que
permita reconocer su causa y así, ponerle fin a este molesto mal.
Además,
la retención de líquidos puede originarse como consecuencia de ciertos hábitos
como una dieta incorrecta, con mucho contenido de sal o azúcares o a causa de
la inactividad física. Su padecimiento puede originar desórdenes como pesadez,
malestar general, calambres musculares, entre otros que pueden afectar la
salud. Por eso, es indispensable colaborar con el estilo de vida y
tener en cuenta los siguientes trucos
Para evitar la retención de líquidos.
·
Incrementar el consumo de alimentos ricos
en agua y electrólitos, principalmente frutas y verduras.
·
Realizar actividades que favorezcan la circulación
de la sangre como caminar, bailar, andar en bicicleta u otra actividad
física.
·
Tomar una proporción adecuada de agua a
diario, teniendo en cuenta que lo ideal es no ingerir menos de 2 litros por
día.
·
Reducir el consumo de sal en la dieta y sustituir el salero por hierbas
aromáticas y condimentos.
·
Evitar
las comidas muy ricas en azúcares y en sal, como por ejemplo, postres, golosinas, comida rápida, entre otras, ya
que el sodio o glucosa en exceso arrastran agua por ósmosis y favorecen su
retención en el cuerpo.
·
Ingiere
una cantidad suficiente de proteínas, ya que si éstas faltan en tu
dieta, puede reducirse la producción de albúmina y así, acumular líquido entre
los tejidos.
·
Descansa
lo suficiente, pues el reposo es esencial para prevenir la retención de
líquidos y sobre todo, si ésta se localiza en los miembros inferiores, dedica
unos minutos cada día a elevar las piernas.
·
Consume té
y demás infusiones a base de hierbas que en la mayoría de los casos
tienen un efecto diurético. Eso sí, procura hacer uso de éstos sólo cuando
exista retención de líquidos, de lo contrario, puede suceder la afección
inversa por excesiva pérdida de agua.
Es importante que además de tener en cuenta estos trucos para reducir y evitar la retención de líquidos, prestes atención a su evolución, ya que si la retención persiste y ya consultaste a tu médico, deberías regresar para averiguar su causa y que se esconde detrás de ésto.
Recuerda que retener líquidos no
es cosa menor, por eso, el estilo de vida debe colaborar en su prevención y
reducción de la incidencia.
Retención de líquidos: causas y remedios
Nuestros tobillos, piernas, abdomen… están más hinchados de lo habitual
y no sabemos por qué puede ser. Quizá lo que tenemos es una retención de líquidos que hace que éstos se acumulen
en nuestro cuerpo dando la sensación de haber ganado peso cuando realmente lo
que nos sucede es producto de un trastorno metabólico producido por diferentes
causas.
Este
efecto se produce cuando existe un desequilibrio
en los líquidos de nuestro cuerpo. Los vasos sanguíneos depositan
demasiado líquido en los tejidos corporales o el líquido que se almacena en
estos no se elimina a través de la sangre de forma normalizada. Lo mismo sucede
si los vasos linfáticos son incapaces de transportar con los líquidos
linfáticos el excesos de líquido del organismo. En este momento nuestro cuerpo
comenzará a retener líquido.
Muchas
pueden ser las causas de las que se deriva este mal
funcionamiento como el embarazo, obesidad, mal funcionamiento de las glándulas
linfáticas, padecer de insuficiencia renal, cardiaca o hepática… Trastornos que
ocasionan un mal funcionamiento de nuestro cuerpo desequilibrando los niveles
de líquidos en el organismo.
Otras
causas de retención de líquidos pueden ser externas a nosotros como permanecer de
pie o sentado durante muchas horas, utilizar ropa demasiado apretada que
empeora la circulación, el calor y la humedad excesivos suelen afectar al igual
que el abuso de sal en la comida. Lo mismo sucede con algunos medicamentos que
facilitan la retención de líquidos en nuestro cuerpo.
No
debemos olvidar que es una anomalía que se
puede evitar con un tratamiento adecuado. Normalmente, si su origen es
orgánico debemos ponernos en tratamiento médico y será esté el que nos dicte
las pautas a seguir. Si por el contrario la retención es debida a causas
externas podemos ayudarnos de sustancias naturales y de una adaptación de la
dieta para recuperar los niveles de líquido de nuestro cuerpo.
Algunas sustancias que nos pueden ayudar son el diente de león, maíz,
cerezo, fumaria, cebolla, perejil, madreselva, achicoria, saúco, vid roja, te
verde, te rojo. Todas ellas tienen un componente diurético que nos ayudará a
eliminar los líquidos que se acumulan en nuestro organismo. Lo mismo sucede con
la dieta, y es que tenemos que adoptar algunas pautas de comportamiento como
comer menos sal, no ingerir demasiados hidratos de carbono.
Desde luego la retención de líquidos es un problema que afecta a mucha
gente y que se puede solucionar simplemente con adoptar una serie de costumbres
saludables que veremos reflejadas en nuestro aspecto físico y que mejorarán
nuestra salud, ya que la retención es molesta para todo el que la padece, pues
limita su movilidad general. La práctica de
ejercicio es un buen remedio para
eliminar líquidos.
¿La sal
engorda?
En diálogos personales muchas veces he escuchado que se preguntan por
qué aumentan de peso después de una cena rica en sal o bien, por qué se desaconseja agregar
sal a las comidas. Frecuentemente estas situaciones llevan a una creencia
errónea: la sal engorda.
La
sal no engorda ni suma
calorías a la dieta, pero sí puede producir un incremento de peso corporal que
no se debe a mayor masa o grasa en el cuerpo, sino que obedece a cambios en los
fluidos corporales, es decir, a una retención
de líquidos.
La
báscula puede señalar un kilo o dos de más si nos pesamos una mañana después de
haber cenado el día anterior con alimentos muy salados, tal como aceitunas,
anchoas o jamón curado, pero ésto no significa que haya aumentado la grasa en
el cuerpo, es decir, no hemos engordado, sino que estamos reteniendo líquidos
porque el sodio causa ese efecto en el organismo para lograr un equilibrio
electrolítico.
Investigado en, http://www.vitonica.com
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